Ayer 2 de enero de 2009 René nos dejò para siempre.
En este blog nunca quisimos reflejar como estaban siendo verdaderamente sus ùltimos meses. René ya no era èl, no era ni un reflejo de lo que era de joven. Estaba muy mal.
Estoy contenta dentro de lo que cabe porque se sus ùltimos dìas hemos podido pasarlos juntos, y aunque fuera navidad, hemos tenido la oportunidad de estar con èl las 24 horas del dìa porque estàbamos de vacaciones. Han sido unos dìas muy dolorosos, fìsicamente para èl, y emocionalmente para nosotros. A mi anoche ya no me quedaban màs làgrimas.
Ayer llegò su momento, el momento de irse. No durmiò en todo el dìa, ni comiò ni bebiò. Solo me miraba y gimoteaba, pero estaba tranquilo, me miraba como dicièndome "que jodienda, pero esto es asì, no estès mal". Intentè no llorar delante de èl. Fui fuerte.
Cuando se durmiò yo estaba ahì con èl. Le acariciè todo el rato, tranquila.
Y asì se marchò. Con su cabeza entre mis manos, metido en su cesta, tapado con su mantita.
Espero que si existe el cielo de los perros, ahora esté allì con Gonso, libre de ese cuerpo viejo y con artrosis y pueda por fin correr y saltar como a èl le gustaba.
René no te olvidaré nunca. Seràs siempre mi perro, siempre.
